Autoexploración: cómo detectar señales a tiempo
La autoexploración corporal es una práctica sencilla pero profundamente poderosa. Consiste en observar, tocar y reconocer los cambios del propio cuerpo con el fin de detectar de forma temprana alteraciones que podrían ser signos iniciales de una enfermedad. Es una herramienta complementaria a la medicina preventiva que, cuando se realiza de manera constante, puede marcar la diferencia entre un diagnóstico temprano y uno tardío.
Autoexploración mamaria
En las mujeres, la autoexploración mamaria es la técnica más difundida. Se recomienda realizarla una vez al mes, preferiblemente entre el séptimo y décimo día del ciclo menstrual, cuando las mamas están menos sensibles.
El procedimiento consta de dos etapas:
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Observación frente al espejo: se examina la forma, el tamaño, la simetría y el color de la piel. Se busca identificar retracciones, hundimientos, secreciones o alteraciones del pezón.
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Palpación: con la yema de los dedos, se recorre toda la mama en forma circular, desde la clavícula hasta el borde inferior, y desde el esternón hasta la axila. Es importante hacerlo tanto de pie como recostada.
Detectar a tiempo una masa o cambio anormal puede permitir un diagnóstico de cáncer de mama en etapas iniciales, cuando el tratamiento es más efectivo y la supervivencia supera el 90%.
Autoexploración testicular
En los hombres, la autoexploración testicular es igualmente esencial, especialmente entre los 15 y 35 años, rango en el que el cáncer testicular es más frecuente.
El examen se realiza una vez al mes, preferiblemente durante o después del baño, cuando el escroto está relajado. Cada testículo debe palparse con ambas manos, deslizando los dedos suavemente en busca de nódulos o irregularidades.
Cualquier endurecimiento o aumento de tamaño debe ser evaluado por un urólogo.
Piel, ganglios y otros órganos
La autoexploración también incluye observar lunares o manchas que cambian de color, tamaño o forma; heridas que no cicatrizan; o ganglios inflamados de manera persistente.
El cáncer de piel, por ejemplo, puede detectarse visualmente si se reconocen los criterios “ABCDE”:
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A: asimetría
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B: bordes irregulares
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C: color variado
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D: diámetro mayor de 6 mm
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E: evolución o cambio reciente
Reflexión médica
Conocer el propio cuerpo es una forma de autocuidado. La autoexploración no reemplaza la evaluación médica, pero sí empodera al paciente. Detectar a tiempo significa tratamientos menos agresivos, mayores probabilidades de curación y una mejor calidad de vida. Escuchar al cuerpo es la primera lección de prevención.
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