No tienes que esperar un diagnóstico para actuar. En esta sección te
compartimos chequeos recomendados, señales que vale la pena conocer
y hábitos que pueden hacer una gran diferencia en tu salud.
Guía personalizada
Te orientamos según tu edad, antecedentes y necesidades específicas.
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Todo lo que lees aquí ha sido revisado por profesionales de salud.
Asesoría real, sin robots
Si tienes dudas, puedes escribirnos. Te responde una persona.
Ruta clara de qué hacer
Desde el primer síntoma o sospecha, te mostramos los pasos a seguir.
¿Qué es la prevención oncológica?
La prevención del cáncer no es un acto puntual, es una decisión informada que se construye día a día. Se basa en dos pilares fundamentales: conocer tus propios factores de riesgo y adoptar hábitos que te protejan a largo plazo. Cada persona tiene una historia distinta —antecedentes familiares, edad, estilo de vida, condiciones de salud— y por eso, la prevención no puede ser genérica. En Onco Vital creemos en una prevención personalizada, guiada por la información correcta en el momento justo. A través de chequeos adecuados, realizados según tu edad, sexo, historial médico o señales tempranas que puedas notar en tu cuerpo, es posible detectar cambios antes de que se conviertan en enfermedad. Y más allá de los exámenes, prevenir también significa: alimentarte mejor, moverte más, dormir bien, reducir el estrés y mantener la salud emocional activa.
Aquí te mostramos cómo empezar a cuidarte, con claridad y sin miedo.
No es solo por la edad. Es por tu historia.
¿Cómo saber si necesito hacerme un chequeo?
Hay personas que necesitan empezar sus chequeos antes que otras. La clave está en conocerte: tu cuerpo, tus antecedentes y tus hábitos. Aquí te dejamos 4 situaciones que indican que es momento de consultar.
Tienes antecedentes familiares
Si tu mamá, papá o algún hermano ha tenido cáncer, puede que tengas un riesgo mayor. Consulta si necesitas chequeos antes de lo habitual.
Sientes algo distinto en tu cuerpo
No siempre es dolor: puede ser un bulto, una secreción inusual o un cambio en la piel. Tu intuición también cuenta.
Has tenido cambios importantes en tu salud
Baja de peso sin razón, fatiga constante, sangrados anormales o cambios en tus hábitos digestivos. Sí, son señales que no deberías ignorar.
Hace más de un año que no vas al médico
Aunque no tengas síntomas, los chequeos regulares pueden detectar algo antes de que se complique. A veces prevenir es solo cuestión de tiempo.
Señales de alerta que no debes ignorar
A veces el cuerpo habla antes que los estudios. Estas son algunas señales que ameritan una evaluación médica:
Dolor persistente sin causa clara
Pérdida de peso no intencionada
Cambios en lunares o manchas
Sangrados inusuales
Cambios en los hábitos intestinales o urinarios
Bultos en mamas o testículos
Tu estilo de vida también previene
La prevención empieza con pequeñas decisiones diarias. Lo que comes, cómo te mueves, lo que evitas y cómo te sientes influye directamente en tu salud. Aquí te dejamos hábitos simples que pueden ayudarte a reducir riesgos.
Alimentación balanceada
Más vegetales, menos ultraprocesados. Comer bien es parte del tratamiento y de la prevención.
Actividad física regular
30 minutos al día hacen la diferencia. Caminar, moverse, activarse.
Evitar el tabaco
Fumar está relacionado con varios tipos de cáncer. Dejarlo es prevención pura.
Dormir mejor
El descanso también cura. Dormir bien fortalece el cuerpo.
Reducir el estrés
La salud mental importa. Respira, desconecta, habla con alguien.
Chequeos periódicos
Incluso sin síntomas. La prevención médica complementa tus hábitos.