Inmunoterapia: cuando el sistema inmunológico se convierte en el tratamiento
Durante décadas, el cáncer se trató con cirugía, radioterapia y quimioterapia. Pero en los últimos años, un nuevo enfoque ha transformado el panorama médico: la inmunoterapia.
Este tratamiento estimula al propio sistema inmunológico del paciente para que reconozca y destruya las células cancerosas, como si fueran un virus o una bacteria invasora.
¿Cómo funciona?
El sistema inmune tiene la capacidad de identificar células anormales. Sin embargo, los tumores suelen desarrollar mecanismos para esconderse o inhibir esa respuesta.
La inmunoterapia actúa eliminando esos “bloqueos biológicos”. Los medicamentos más utilizados, llamados inhibidores de puntos de control inmunitario, liberan las defensas naturales del cuerpo para atacar al cáncer.
Tipos principales
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Anticuerpos monoclonales: se unen a proteínas específicas de las células tumorales, marcándolas para su destrucción.
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Vacunas terapéuticas: entrenan al sistema inmunológico para reconocer antígenos tumorales.
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Terapias con células CAR-T: modifican genéticamente linfocitos del propio paciente para que actúen como “misiles dirigidos” contra el tumor.
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Citoquinas: sustancias naturales que refuerzan la comunicación inmunológica.
Resultados y futuro
Los avances son especialmente prometedores en cáncer de pulmón, melanoma, riñón, vejiga y algunos tipos de linfoma. En muchos casos, pacientes con pronósticos limitados han logrado remisiones prolongadas gracias a esta terapia.
El reto actual es personalizar la inmunoterapia mediante biomarcadores que predigan qué pacientes responderán mejor.
Reflexión médica
El futuro del tratamiento oncológico está en el equilibrio entre ciencia y biología humana. La inmunoterapia no solo representa un avance médico: es la prueba de que el cuerpo, bien guiado, puede ser su propio aliado para curarse.
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